«EL MISTERIO DE SAN LUCAS DE TOLIMÁN DONDE EL AGUA CORRE HACIA ARRIBA»
Basta llegar a lago Atitlán, Guatemala, considerado el más bello del mundo y estaremos cerca a un fenómeno de la dimensión desconocida.
Para este destino, sin prisa, bien vale la pena sacar varios días e incluso semanas. Dadas las dimensiones del lago de 130 kms 2 , 18 kms de largo y por lo menos 6 pueblos de gran interés, el tiempo pasa volando.
Todas las poblaciones tienen nombres de santos, dado el empeño de los colonizadores españoles de cambiar a sus nativos a la religión Católica y a la gran importancia que le dieron a Antigua, como capital del virreinato de Centro América.
No más con llegar a San Lucas de Tolimán encontrarás información del misterio. La vía que une los pueblos del este del lago tiene una recta con pendiente de 4 grados en la que todo rueda hacia arriba. Es así que si tu vehículo queda desengranado correrá hacia arriba por la pendiente lo mismo que pasa si riegas una botella con agua: verás asombrado cómo el agua derrama subiendo. Los locales estarán demostrándote como en el lugar se vencen las leyes de la gravedad mediante cristales en oscilación. Interesante conocer el fenómeno sin tratar de explicar el misterio pero será inevitable escuchar chamanes, físicos, ingenieros tratando de hacer simple un imposible.
El lago de base volcánica presenta mas enigmas: muchos afluentes llenan el lago sin aparente desfogue al océano Atlántico ya es otro misterio de un lugar que ha sido sagrado para los locales y que reservan la mitad de los poblados de oeste sin carreteras para acceder a ellos únicamente por el lago. Son lugares de meditación, relajación, centros de espacios espirituales y masajes y ritos para la madre tierra.
Panajachel tiene la divertida vida de un lugar turístico con sus hoteles de categoría, restaurantes y mercadillos. Especial para hedonistas y viajeros con el tiempo limitado que buscan lo convencional en el viaje y que se mueven de su vida habitual para encontrar fina oferta.
A San Pedro de la laguna se va de fiesta, así como se han puesto de moda lugares para mochileros que saben programar su presupuesto y diversión. Es de esos lugares que aceptas porque eres o te crees joven o que desechas porque no estas buscando porque ya encontraste. Mochileros, gente joven, iniciados en el viaje, sibaritas, son clientes que se buscan y se encuentran en este pueblo maya de Guatemala.
San Marcos de la laguna, en cambio, tiene tal atracción espiritual que concentra la atención de yoguis, curanderos y hippies. Hay una fuerza mística irresistible y una vista sobre el lago que aseguran los lugares más escénicos para trascender en meditación y silencio.
Jaibalito es otra cosa: especial para perderse, para estar solo, para olvidarse de redes sociales y bajar el stress. Jaibalito, sobre el lago, pero entre las montañas, no tiene conexión con nada ni con nadie. Es el rincón perfecto para vivir en secreto, en soledad, en terapia personal. La hotelería con vista a los volcanes se encargará de que el mejor servicio no interrumpa sus momentos de paz total.
La cercanía a Antigua, una de las perlas de Guatemala desde el punto de vista turístico, debe incluirse en este plan de Atitlán aunque se repita. La antigua capital es tan bella, tan bien tenida, tan fotogénica, con tan buenos restaurantes visitados por reyes y famosos, que nunca pensaremos que no vale la pena volver. La municipalidad sabe que atender el turismo internacional le ha valido posicionar a Antigua como una reliquia colonial única que conmueve. Hacer un recorrido en bici probando los dulces y la repostería auténtica es un plan inolvidable.